Tu sistema nervioso también está en transición
Tu sistema nervioso también está en transición
Yoga, respiración y reconexión femenina en la menopausia
En el camino de la transición hormonal, muchas mujeres experimentan síntomas que no siempre pueden explicarse con estudios médicos. Palpitaciones sin causa aparente, digestión errática, ansiedad nocturna, sensación de desconexión o cansancio profundo.
Aunque parecieran problemas aislados, muchas veces tienen un origen común: el sistema nervioso está desregulado. Y ese sistema también está en proceso de transformación.
Durante años, nuestro cuerpo ha sostenido no solo nuestras actividades, sino también nuestras cargas emocionales. Huellas de experiencias pasadas que no siempre pudimos procesar completamente, memorias que quedaron alojadas en el cuerpo —en la respiración, en la postura, en la piel.
La buena noticia es que hay formas de escucharnos de nuevo.
Y el yoga puede ser ese camino de regreso.
El nervio vago: el hilo sutil entre cuerpo, emoción y sanación
El nervio vago es una especie de puente silencioso entre el cuerpo y el cerebro. Regula la digestión, la frecuencia cardiaca, la voz, el tono emocional, y está íntimamente ligado a la manera en que sentimos seguridad.
Cuando esta conexión se debilita —por estrés crónico, duelos no elaborados o simplemente por los años de cuidar a todos antes que a nosotras— entramos en estados de alerta o agotamiento que afectan nuestra salud integral.
Y en la menopausia, esta fragilidad se hace más evidente.
La práctica regular de respiración consciente, posturas restaurativas y escucha interior ayuda a fortalecer el tono vagal, permitiendo que el cuerpo vuelva a autorregularse.
¿Cómo se sienten esas cargas emocionales?
A veces no tienen nombre.
Se manifiestan como:
un peso en el pecho al despertar
una sensación de no estar del todo “aquí”
un impulso de llorar sin saber por qué
una piel sensible al más mínimo cambio
El yoga no intenta “borrar” estas sensaciones.
Nos invita a habitar el cuerpo como refugio, no como territorio hostil.
Una práctica suave, pero profundamente transformadora
En Nuasana trabajamos con lo que llamamos protocolos restaurativos. Son semanas de autocuidado que combinan:
Respiraciones como Bhrāmarī (abeja) para calmar el sistema nervioso
Movimiento lento y consciente para liberar tensiones
Tapping para despertar energía contenida
Masajes tibios con aceites para reconectar con la piel
Afirmaciones matutinas y nocturnas que reprograman desde el amor
Alimentación cálida y fácil de digerir para apoyar la energía vital
Estas prácticas no son terapias formales.
Son actos de presencia, pequeños rituales cotidianos donde volvemos a casa.
Lo que no dijimos, el cuerpo lo recuerda
Y también lo puede liberar.
Tal vez no necesitas una gran transformación, solo una nueva relación contigo misma.
Una que no te pida perfección, sino escucha.
Una que entienda que la menopausia no es una caída, sino un reordenamiento profundo.
Si alguna vez sentiste que algo dentro de ti pedía pausa, contención y sentido…
Este es el momento.
¿Por dónde empezar?
Prueba una semana de protocolo restaurativo.
Crea un pequeño altar, respira, muévete con lentitud, escucha tu interior sin juicio.
Y si quieres que te acompañe, descarga el dossier gratuito o asiste a nuestras clases en línea.
Envíanos un correo y con gusto te lo enviamos.
Tu energía no se ha ido. Solo necesita nuevas formas de sostén.
Nuasana está aquí para recordártelo.